viernes, 1 de julio de 2011

La caverna eclesiástica española se empeña en "curar" la homosexualidad

Me entero por Kaosenlared de la nueva sección especial sobre homosexualidad de la web del Obispado de Alcalá de Henares (Madrid) [1]. La verdad es una buena colección de documentos... que parece que no han leído aún o no han sabido comprender -porque hay toda una sección dedicada al movimiento LGBT-. Y es que tener todo esta información y seguir intentando curar la homosexualidad es para mear y no echar gota. Porque la transexualidad sí que tiene cura: una operación de cambio de sexo y ya mente y cuerpo en equilibrio.

Gñé!
Pero dejemos de lado las consideraciones científicas del asunto y metámonos de lleno en los textos que se sugieren de esa colección de historietas de quinta de la edad del bronce llamada Biblia:




Génesis 19, 1-29

1 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer,, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo,

2 les dijo: «Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir viaje». «No, le respondieron ellos, pasaremos la noche en la plaza».

3 Pero él les insistió tanto, que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa. Lot les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos comieron.

4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa. Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven hasta el más viejo.

5 Entonces llamaron a Lot y le dijeron: «¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche? Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos».

6 Lot se presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta detrás de sí,

7 dijo: «Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad.

8 Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo».

9 Ellos le respondieron: «Apártate de ahí». Y añadieron: «Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a juzgar. A ti te trataremos peor que a ellos». Luego se abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar la puerta.

10 Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a Lot adentro y cerraron la puerta.

11 Y a todos los que estaban a la entrada de la casa, pequeños y grandes, los hirieron con una luz enceguecedora, de manera que no pudieron abrirse paso.

La destrucción de Sodoma

12 Después los hombres preguntaron a Lot: «¿Tienes aquí algún otro pariente? Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a cualquier otro de los tuyos que esté en la ciudad.

13 porque estamos a punto de destruir este lugar: ha llegado hasta la presencia del Señor un clamor tan grande contra esta gente, que él nos ha enviado a destruirlo».

14 Entonces Lot salió para comunicar la noticia a sus yernos, los que iban a casarse con sus hijas. «¡Pronto!, les dijo, abandonen este lugar, porque el Señor va a destruir la ciudad». Pero sus yernos pensaron que estaba bromeando.

15 Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot, diciéndole: «¡Vamos! Saca a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas aniquilado cuando la ciudad reciba su castigo».

16 Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor tuvo compasión de él.

17 Después que lo sacaron, uno de ellos dijo: «Huye, si quieres salvar la vida. No mires hacia atrás, ni te detengan en ningún lugar de la región baja. Escapa a las montañas, para no ser aniquilado».

18 Lot respondió: «No, por favor, Señor mío.

19 Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida. Pero yo no podré huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y la muerte.

20 Aquí cerca hay una ciudad –es una población insignificante– donde podré refugiarme. Deja que me quede en ella, ya que es tan pequeña, y así estaré a salvo».

21 Entonces él le respondió: «Voy a complacerte una vez más: no destruiré la ciudad de la que hablas.

22 Pero apúrate; refúgiate en ella, porque no podré hacer nada hasta que llegues allí». Por eso la ciudad recibió el nombre de Soar, que significa «pequeño poblado».

23 Cuando el sol comenzó a brillar sobre la tierra, Lot entró en Soar.

24 Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego que descendían del cielo.

25 Así destruyó esas ciudades y toda la extensión de la región baja, junto con los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo.

26 Y como la mujer de Lot miró hacia atrás, quedó convertida en una columna de sal.

27 A la madrugada del día siguiente, Abraham regresó al lugar donde había estado en la presencia del Señor.

28 Cuando dirigió su mirada hacia Sodoma, Gomorra y toda la extensión de la región baja, vio un humo que subía de la tierra, como el humo de un horno.

29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido.

El origen de los moabitas y de los amonitas.

Bien, está bien. Es decir, da igual tu orientación sexual -por ningún lado se menciona homosexualidad alguna-, aquí lo que importa es que si crees que tienes a dos ángeles en tu casa y alguien viene en plan negativo contra ellos, ofrece a tus hijas para que las violen o para lo que les parezca.

Carta a los romanos 1, 24-27 (me permito incluir hasta el 29, que ilustra más)

24 Por eso, dejándolos abandonados a los deseos de su corazón, Dios los entregó a una impureza que deshonraba sus propios cuerpos,

25 ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente. Amén.

26 Por eso, Dios los entregó también a pasiones vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza.

27 Del mismo modo, los hombres dejando la relación natural con la mujer, ardieron en deseos los unos por los otros, teniendo relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí mismos la retribución merecida por su extravío.

28 Y como no se preocuparon por reconocer a Dios, él los entregó a su mente depravada para que hicieran lo que no se debe.

29 Están llenos de toda clase de injusticia, iniquidad, ambición y maldad; colmados de envidia, crímenes, peleas, engaños, depravación, difamaciones.

No sé si se les ha escapado lo de los otros dos versículos, por eso los he incluido. Ya sabéis, maricones y bolleras, según la Biblia no solo estáis malditos por el dios católico, sino que además, sois directamente criminales.

Primera Carta a los Corintios 6, 10

10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los bebedores, ni los difamadores, ni los usurpadores heredarán el Reino de Dios

Pues eso, que a joderse.

Primera Carta a Timoteo 1, 10

10 los impúdicos y pervertidos, los traficantes de seres humanos, los tramposos y los perjuros. En una palabra, la Ley está contra todo lo que se opone a la sana doctrina

Vamos, que los maricones y las bolleras sois lo peor.

Está bien, muy bien, que la ICAR recuerde de vez en cuando que sigue siendo una institución basada en la misoginia, la discriminación y la criminalidad. Así, de vez en cuando, se le desluce un poco la fachada y podemos contemplar la basura que viene de su interior.

Que cada uno haga con su cuerpo lo que más le satisfaga y lo disfrute con salud en esta única vida que tenemos. No, no hay otra. Así que mejor folla todo lo que puedas y con quien quieras.

Felicidades New York.
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[1] Que a su vez es la reproducción del artículo de Fernando Escudero en Diario de Alcalá.

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