No puedo evitar relacionar dos hechos ocurridos el pasado 15 de diciembre. Voy a permitirme la licencia de relacionar ambos con el cáncer. Un cáncer de esófago ha logrado que Christopher Hitchens ya no se encuentre entre nosotros. Un tumor maligno ha aparecido en el Estado mexicano en forma de modificación del artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que versa sobre la libertad religiosa y la laicidad del Estado.