domingo, 2 de octubre de 2011

El regreso de la cucaracha

Ya estamos de vuelta. Sé que no podíais vivir sin mí, que se ha suscitado todo un revuelo en las redes sociales, se han cancelado cuentas, las masas han salido a la calle exigiendo una respuesta... bueno, a lo mejor no.


Los caminos de la informática son un misterio para los inútiles e ignorantes... como yo ¿Preparados para echarse unas sanas carcajadas? ¿Sí? ¿Seguro? Si estáis en el trabajo, mejor marcad esta entrada en el GReader o metedla en vuestros marcadores, favoritos o lo que tengáis, porque, si no, os va a costar el puesto o un mal día con el jefecillo de turno. Si es de los jefecillos colegas, siempre podéis compartirlo y así ganaros un puntito más en su lista de comepollas.

Ahí va:

Intenté meterle al equipo dos particiones extendidas.

Cada vez que conseguía arrancar el equipo, me aparecían particiones de millones de terabytes; a veces arrancaba y otras, no; terminó jodiéndose el sector de arranque...

Para los que seáis tan burros como yo, un disco solo puede tener o cuatro particiones primarias, o tres primarias y una extendida que se puede dividir en varias lógicas. No hagáis el mamón con el GParted, pequeños saltamontes.

Supongo que aquí ya os habréis enjuagado las lágrimas de la risa. Obviamente, la tabla de particiones se me fue a tomar por culo, el LiveCD de Ubuntu 10.10 estaba hecho unos zorros y no conseguía arrancar desde él; creía que el puto Windows 7 se me había ido a la mierda, y no tengo disco de instalación, solo de recuperación, a pesar de haber pagado una licencia -cortesía de Microsoft y HP-. Sí, ya sé que podría haber solicitado después de casi dos años mi CD de instalación... ¡que os folle un pez polla!

Finalmente, logré arrancar desde un LiveCD de Ubuntu 7.10, porque ni el LiveCD del GParted quería saber nada del asunto. Una vez desde Ubuntu, encontré a mi gran amigo: Testdisk. Ya os lo estáis empollando los que aún no lo conozcáis; si tenéis que gastar un DVD, no lo dudéis. Solo pensad que permite recuperar la tabla de particiones y arreglar los desmadres que hayáis liado y le estaréis siempre agradecido. Si el desarrollador me pidiese que le chupase la polla, ya estaba agachándome y bajándole la bragueta.

Después de eso, ya particioné sin cagarla e instalé Ubuntu 11.04. Ya que estábamos, ¿por qué no instalar la última versión estable? Mierda, el escritorio Unity es aún una mierda si no eres alguien que quiere probarlo, comunicar bugs, ayudar a su desarrollo o eres un palero de Canonical. Perdón, seamos buenos. Me parece estupenda la apuesta de Canonical, pero todavía le falta mucho para tener la amigabilidad y flexibilidad de escritorios como GNOME o KDE. No es tampoco ningún problema cambiar a alguno de estos escritorios, así que, si no te convence Unity, solo tienes que ir a Sistema>Administración>Pantalla de acceso y allí cambiar a Ubuntu clásico. Yo hasta he limpiado los paquetes de Unity, para que el Gestor de Actualizaciones no me anduviese instalando paquetes de compatibilidad con Unity de otras aplicaciones; soy asín de psicópata. Sin embargo, esto último es buena noticia, porque quiere decir que hay gente de la comunidad interesada en que Unity sea otra opción más que no quede sin soporte.

De todas formas, ¿os acordáis de la solución que encontré para hacer funcionar bien el lector de tarjetas SD integrado? Pues en Ubuntu 11.04 parece no funcionar ya. El Skype parece que me ha funcionado bien a la primera, pero en las videoconferencias me jode la imagen en la parte inferior de la pantalla cuando activo mi webcam. Daños menores después de la que me he librado.

También, gracias a este barullo he conocido la maravilla de Conky, Wally; he elaborado un artículo junto con un buen amigo seguidor para una revista de escepticismo; he tenido que reescribir mi último artículo para una revista SCI con mentada de madres incluida a un revisor; me han pedido copias en papel y envio por correo de otro artículo para una revista de divulgación (estoy por llamar a Miguel Strogoff de paso); CFE ha estado a punto de cortarme la luz; y tengo un familiar alcohólico y potencial maltratador... así que, si me habéis dejado de leer por falta de actualizaciones, ¡que os jodan!

Atentamente y con mucho cariño, La Cucaracha.

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