lunes, 4 de octubre de 2010

Clorofila para adelgazar y otras cosas de flipar

Por estos lares se estila el uso de un potingue verde que, dicen, es clorofila para bajar esos kilitos de más que nos da la deliciosa vitamina T. Como biólogo especializado en las cosas de las plantitas, digamos que, aparte de intervenir en el glorioso acto de la fotosíntesis, las clorofilas se me antojaban, dentro de su dignidad, como inútiles para bajar de peso. Y digo las, así en ese plural, porque no existe la clorofila, sino varios tipos de estas alucinantes moléculas que son capaces de transformar la luz en alimento, grosso modo, por supuesto. A eso hay que añadir que las clorofilas se encuentran dentro de las células vegetales en los cloroplastos, células rodeadas de una sólida pared de celulosa que nuestro organismo no puede digerir. Pero bueno, se supone que el brebaje es un estracto de clorofilas, porque se pueden extraer con compuestos tan saludables como el DMSO -y el que escribe ha tenido que hacer muchas extracciones bajo el seguro paraguas de una campana de flujo-.
Y es que otro problema es que las clorofilas son hidrofóbicas, es decir, que no se disuelven en agua; y como no creo que la gente se esté dando chutes por aquí de, por ejemplo, acetona, pues como que la cosa todavía se presentaba aún más como estafa para incautos.

Las páginas que uno encuentra en Google cuando hace la búsqueda de la palabra clorofila son a cuál más alucinante. Sin dar ninguna referencia de estudios científicos que lo avalen, hasta sirve para la anemia -así, igual, en general, que solo existe una, grande y libre- debido a que tiene una estructura similar a la hemoglobina (carcajadas a mogollón). Hasta hay quien dice por ahí que uno si toma mucha verdura y luego se pone al sol como alemán en Benidorm hasta fotosintetiza. Como de costumbre, paso de poner los enlaces para hacer subir en Google a estas páginas y que cualquier púber que tenga que hacer el trabajo de ciencias termine creyendo que la clorofila le va a curar el acné. Aunque, después de lo que he encontrado, quién sabe. Solo teneis que hacer la misma búsqueda, no me seáis haraganes.

Ahora vamos a lo serio. Haciendo una búsqueda en el Google Académico con las palabras chlorophylle y obesity nos sale esto. En principio mucho chinorris publicando en revistas chinorris del China National Knowledge Infrastructure, entre cuyas prestigiosas publicaciones podemos encontrar cosas de agujología. No tengo nada en contra de los chinorris, pero en cosas de salud un poco de desconfianza me da la tierra de los meridianos energéticos, bombillitas-lapa y exotismos brujeriles varios que deleitan a la estupidez profunda occidental. Pero -¡Oh, campos de soledad, mustios collados!- existe un estudio citado por todas partes sobre un derivado de la clorofila, el ácido fitánico. Este compuesto se presenta en seres humanos al ingerir alimentos ricos en grasas, y básicamente fomenta la proliferación de peroxisomas (orgánulos celulares en los que se digieren las grasas) y, a la vez, la diferenciación de la línea 3T3-L1 de adipocitos (las células que constituyen mayoritariamente el tejido adiposo). A pesar de esta aparente contradicción, los autores concluyen que el ácido fitánico podría ayudar entonces a tratar la obesidad. Pero, en este estudio, ya de 2010, parece haber una prueba directa de que la clorofila-a de la planta acuática Ludwigia octovalvis frena la proliferación de la línea 3T3-L1 de adipocitos.

Y no solo eso. La siguiente pregunta sería cómo de bien llegan las clorofilas en nuestro cuerpo después de pasar por nuestro tracto digestivo. Pues bien, este estudio demuestra que hay una absorción efectiva de la clorofila-a y de derivados de otras clorofilas por parte de las células intestinales, después de haber sido sometidas a diversos procesos; entre ellos, un tratamiento ácido. Y esta revisión sobre las sí bien conocidas propiedades anticancerígenas de las clorofilas y sus derivados establece la absorción efectiva que presentan algunos preparados como la clorofilina-sodio-cobre; aunque los autores puntualizan que quedaría por saber cómo se distribuye este preparado hacia los tejidos diana.

Pero, ojo, ojito. Es un poco sospechoso que los estudios citados anteriormente sobre el ácido fitánico no especifiquen que éste se produce mediante metabolización bacteriana en los estómagos de los rumiantes, los invertebrados y los pescaditos pelágicos. Y aún más sospechoso que no cuenten que las concentraciones elevadas de ácido fitánico en sangre provocan estrés mitocondrial; ni que si tienes la enfermedad de Refsum, ya vas de culo enchufándote sobredosis de ácido fitánico. Todo ello encontrado en este otro interesante artículo.

En definitiva que esta vez sí parece que hay algo de evidencia de lo que uno tomó al principio por charlatanería. Sin embargo, quedaría por ver cómo las clorofilas y sus derivados se enteran de dónde tienen que actuar y algún ensayo clínico de su efectividad en pacientes con algún tipo de obesidad -que ni hay solo una obesidad, ni un cáncer, ni una anemia-. Además, habría que ver qué se están tomando exactamente los lugareños, si clorofila a, clorofila b, clorofilina, ácido fitánico o simplemente un té de hierbas. Y naturistas y demás ralea, como veis, tengo la mente tan abierta como el culo cuando cago cuando se me presentan evidencias. Aún quedan algunas que necesito para terminar creyéndomelo; solo tenéis que hacer ciencia, como los de arriba.

1 comentario:

  1. Saludos... muy buena entrada, tenia unos vecinos que una de sus hijas tomaba CLOROFILA (y son cristianos pa colmo) porque un dia tuvo hepatitis, después de un largo tratamiento con "medicinas" no se componía, le recomendaron tomar clorofila, a los pocos dias de tomar esto.. se COMPUSO!!! después de esto ella no consume ni aspirinas, y toma diario su clorofila... pero me pregunto.. su largo tratamiento no habrá tenido que ver en esto??? esta es la forma que estos idiotas alternativos le lavan la mente a las personas.

    Una cosa, o sea que muchos estudios que se hacen de cosas "alternativas' son mal hechos?? ... apoco??? no te creo ni tantito :), la gran falacia de la autoridad y la gente que no sabe pensar..

    saludos
    Daniel

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