jueves, 28 de octubre de 2010

Cien años de revolución fallida

Esta entrada es algo diferente a la temática del blog, y algunos de sus pocos lectores la encontrarán fuera de lugar o extraña. Pero así somos las personas. Fuera de las encorsetadas etiquetas que solemos ponernos, una persona es una vida única que guarda dentro de sí una multitud de experiencias y dimensiones que probablemente ni uno mismo conoce al completo. Y además, el blog es mío y me lo follo cuando quiero.

En estas fechas en las que en México se celebra el día de muertos, fiesta que a pesar de sus bases irracionales tiene un sentido entrañable para mí -dicen que Unamuno era ateo, pero no faltaba a una misa de domingo-, se cumplen cien años de existencia de una organización muy significativa para mí y para muchos desheredados. Del 31 de octubre al 1 de noviembre de 1910, nacía en Barcelona la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), sección española de la Internacional anarcosindicalista. Durante la Segunda República española, los trabajadores organizados en la CNT pondrían en jaque el poder del Estado y contribuirían de forma notable a la desestabilización del gobierno republicano que precipitó el golpe militar, el cual era un secreto a voces desde hacía tiempo. Eso es una forma muy simplista de verlo, porque los motivos por los que los trabajadores españoles abrazaron anarquismo y anarcosindicalismo de forma masiva, sin importarles sus propias vidas, no se suelen contar a menudo. Unas condiciones de vida de miseria, en lodazales plagados de precarias viviendas, explotados hasta la extenuación en las fábricas, humillados continuamente por los patrones, la policía, los militares y los curas,... esa era la vida diaria de los trabajadores de principios del siglo XX en España, no muy diferente de la de otros lugares. Los principios del anarquismo traídos por Fanelli desde la Internacional y la impresión de una dignidad ya olvidada por años de humillación en ellos hicieron el resto. Aunque en ese resto aún no queda muy claro por qué fraguó tan fielmente el sistema libertario de funcionar en sociedad entre el proletariado español, en comparación con el del resto de paises europeos.

Iniciada la Guerra Civil Española, la CNT y el resto de anarquistas llevaron a cabo en el bando republicano el único experimento hasta el momento, junto con el de los makhnovistas de Ucrania, de sociedades libertarias, al mismo tiempo que se formaban en milicias para combatir a los militares insurgentes. Todo esto es una historia apasionante que no pretendo tratar en esta entrada. A pesar de su relevancia histórica en España, los libros de texto de los alumnos hablan poco de ello. Solo decir que muchos de los cenetistas y anarquistas vinieron después de finalizada la guerra a morir aquí, a México, único pais que mediante el gobierno de Lázaro Cárdenas hizo una declaración institucional de acogida a los exiliados de la Guerra Civil Española. Testimonio de ello son los últimos capítulos de El eco de los pasos de Joan García Oliver, cenetista, terrorista de la clase obrera, camarero barcelonés que llegó a ser ministro en el gobierno republicano durante la guerra (a su pesar) y que murió como exiliado en estas tierras.




Llegó el exilio durante la dictadura franquista. Sin embargo, los cenetistas intentaron una y otra vez, tanto los del exilio interior como los del exterior, acabar con el dictador y su régimen de terror. Dentro, fueron cazados y aniquilados; fuera, condenados a una muerte lenta ante la pasividad de la comunidad internacional.

Llegaron los años 70 y comenzó la tan cacareada transición democrática. CNT congregó entonces en dos mítines históricos, uno en San Sebastián de los Reyes, en la capital, y otro en Montjuic, en Barcelona, a cientos de miles de militantes. CNT fue entonces la única organización sindical que se negó a firmar los llamados Pactos de la Moncloa, al entender que vendían el potencial de movilización obrera y de lucha, en aras de promesas políticas. CNT entonces supuso un problema para los planes de aperturismo con un pasar página; un cambiar un poco, para que no cambiase nada; con una amnistía total de los asesinos y torturadores del régimen franquista. Así, se orquestó el fatídico caso Scala, gracias al cual se consiguió infligir el miedo necesario como para que CNT perdiera gran parte de su militancia a finales de los 70. Así, se consiguió que se eliminara a otra gran parte mediante conspiraciones internas de origen más que sospechoso, y que llevó a la escisión que dió origen a la CGT.

Después de todas estas vicisitudes narradas de forma muy resumida, la CNT sigue existiendo después de cien años y sigue funcionando, sin haber abandonado ninguno de sus dos principios básicos: la acción directa y la solidaridad obrera. Después de haber sufrido numerosos intentos de vaciarla de estos dos valiosos contenidos, todavía siguen incólumes en sus estatutos, refrendados congreso tras congreso ¿Por qué? Esta es mi propia teoría. Su sistema interno de funcionamiento tiene una inercia que le hace resistirse de forma automática a cualquier intento reformista o de inclusión en cualquier clase de juego político. Los cargos a todos los niveles no son remunerados y son cargos de gestión, nunca de decisión. Los distintos secretarios de los distintos niveles de organización son trabajadores al igual que todos los afiliados que gestionan las decisiones de asambleas y plenos, no toman decisiones por ellos mismos. El poder de decisión está en la asamblea de cada sindicato federado en CNT, con total autonomía de decisión, excepto en aquellos acuerdos que se hayan tomado en los congresos, los cuales también dependen de las decisiones de todos los sindicatos. La organización interna, aparentemente jerarquizada, es entonces del todo horizontal, no hay comités ejecutivos. De esta forma, cada vez que se da un intento de asalto de poder, la propia estructura de decisión lo impide, pues en la organización nadie tiene más poder de decisión que nadie, pero la gestión se coordina de una forma efectiva.

La CNT no es un sindicato de servicios. En la CNT el trabajador se hace cargo de su conflicto con la ayuda, el apoyo y la coordinación con sus compañeros del sindicato, con los de su Confederación Regional, con los de toda la Confederación o, llegado el extremo, con los de la AIT, a la que está adherida la CNT. Se trabaja desde todos los frentes, pero son las herramientas del anarcosindicalismo las que se usan más a menudo: el enfrentamiento directo con los empresarios sin mediación de abogados o jueces, la huelga, la manifestación, el boicot... Eso es lo que entra dentro de la acción directa, sin intermediación de ningún tipo, haciéndonos dueños de nuestras propias vidas y no dejando que se enajenen en instancias que no conocen mejor que nosotros nuestras situaciones y necesidades. 

He sido militante de la CNT. La CNT no son unas siglas más a las que adherirse. La CNT no es ni siquiera un fin en sí mismo; esto lo explicaré al final. La CNT es la materialización de los trabajadores que se ha hecho consciente de su dignidad y ha decidido luchar por ella y por su libertad. He visto pasar por el sindicato compañeros que llegaban frustrados, abatidos y deshauciados por los mal llamados sindicatos, las instituciones y, en definitiva, por la vida dentro de sus puestos de trabajos. Esos mismos compañeros, en poco tiempo, se han venido arriba participando en las concentraciones de sus propios conflictos, consultando en el sindicato legislación, ayudando a limpiar los locales, sufriendo las interminables horas de la asamblea de su sindicato... Algunos ganaron sus conflictos, otros obtuvieron una mejora de lo que hubieran conseguido sin sus compañeros, y otros perdieron. Pero la mayoría siguen en su sindicato, ayudando a otros compañeros: solidaridad obrera o apoyo mutuo.

He pasado muchas horas después del trabajo, igual que muchos de mis compañeros, revisando y catalogando documentación orgánica; asesorando en temas laborales; participando en las asambleas; trabajando en un cargo, una secretaría; preparando concentraciones, participando en ellas, hubiera sol, lluvia o porrazos; acudiendo como delegado a plenos; preparando actividades de autogestión o simplemente culturales;... y muchas cosas que no se pueden contar aquí. De todo ello me he llevado algo para el resto de mi vida, para mí de lo más importante que llevo en mi equipaje: dignidad. Y esa dignidad me obliga de por vida a no evadir mis deseos de libertad y emancipación de la especie humana, en una sociedad donde haya justicia social y equitatividad, en una sociedad libertaria.

Decía que la CNT no es ni siquiera un fin en sí mismo. La CNT tiene como fin la consecución del comunismo libertario, momento en el cual desaparecerá. Y, lo más importante, considera que la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos, o no será. Por ello, a pesar de haber vivido cien años y de hacerle este homenaje, deseo que no viva otros cien años, porque ello significará que el ser humano ha conseguido su plena libertad.




¡QUE VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

¡UNIÓN, ACCIÓN Y AUTOGESTIÓN!

¡SALUD Y ANARQUÍA!

3 comentarios:

  1. Hola... me gustaría conocer un poco más del tema. Qué me recomiendas para leer o para mirar. Aquí en México no sé de sindicatos que hagan todo esto. La mayoría son sindicatos de papel o sindicatos corporativos (charros). Además, cada vez hay menos... En fin, saludos, me gusta tu sitio, jaja...

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  2. golehin, efectivamente el anarquismo y el anarcosindicalismo me dan la impresión que murieron como organizaciones formales en México en los años posteriores a la Revolución Mexicana. Y, efectivamente, los sindicatos existentes parecen funcionar como extensiones de la corrupción a todos los niveles de este pais.

    No sé muy bien qué quieres saber. Si es sobre teoría anarquista, te recomendaría, evidentemente, primero a los clásicos: Proudhon, Bakunin, Kropotkin. De todos ellos, tienes casi todas sus obras aquí:

    Biblioteca Antorcha

    Si, de CNT y su historia es lo que quieres saber, por supuesto que Historia del anarcosindocalismo español de Juan Gómez Casas. No creo que lo puedas encontrar en México, pero puedes intentar pedirlo en estas tiendas:

    Librería de la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo

    Librería LaMalatesta

    También, rápidamente, te puedes leer el folleto que prepararon hace tiempo compañeros de la CNT de Sevilla:

    Anarcosindicalismo básico

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  3. Vientos... Me leeré tus recomendaciones. Y tienes razón sobre México, aquí no cuajaron experiencias similares, de modo que no se conoce mucho al respecto. Empezaré por los folletos, pero lo que quiero conocer es la historia del CNT

    Tuve suerte de encontrarme además unos documentales bien interesantes, jaja... cortesía de OMFGItzAleXx de ADM en Taringa. Dejo el link: http://new.taringa.net/perfil/OMFGItzAleXx

    Saludos

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