Homeópatas, acupunturistas, kinesiólogos, brujos, sacerdotes, monjas, hindúes, rabinos, misteriólogos, astrólogos, médiums, conspiranoicos, creacionistas... es infinita la lista de charlatanes y estafadores que se aprovechan de la ignorancia de la gente. Con ello obtienen jugosas ganancias a costa del bolsillo del incauto e, incluso, de su salud.
No están solos en el negocio. Tienen unos magníficos ayudantes en los medios de comunicación. Les dan palabra tribuna sin complejos, aumentando su popularidad y prestigio. El periodismo está de capa caída, en crisis, y cualquier cosa vale para rellenar una columna de un diario o unos minutos de programa. Algunos hay que, incluso, hacen de este despropósito su profesión, su marca de calidad.
No están solos en el negocio. Tienen unos magníficos ayudantes en los medios de comunicación. Les dan palabra tribuna sin complejos, aumentando su popularidad y prestigio. El periodismo está de capa caída, en crisis, y cualquier cosa vale para rellenar una columna de un diario o unos minutos de programa. Algunos hay que, incluso, hacen de este despropósito su profesión, su marca de calidad.
Los sinvergüenzas llegan hasta a infiltrarse en lugares que deberían de estarles vedados; pero la estupidez, la malentendida tolerancia, el relativismo histérico y los paños calientes, les ponen todas las alfombras rojas que necesiten.
Contra todos ellos, contra estafadores, periolistos, políticos y estúpidos varios se enfrenta la tríada más maravillosa del pensamiento humano: el escepticismo, el pensamiento crítico y la ciencia. Este blog es sobre esto último y contra aquello primero.
Ya hay muchos blogs así (mira el blogroll); uno más no está de más. Comparado con el poder mediático de los mercachifles, esto es muy humilde. Demasiado.
Bienvenidos al circo de la estupidez y la sinvergonzoneria.
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